La Convolvulus arvensis, comúnmente conocida como correhuela menor, es una planta herbácea perenne perteneciente a la familia Convolvulaceae. Es originaria de Europa y Asia, pero se ha extendido ampliamente por todo el mundo, convirtiéndose en una maleza invasora en muchas regiones.
Características:
Hábito: Es una planta trepadora o rastrera que puede alcanzar hasta 1 metro de longitud. Se enreda en otras plantas o estructuras.
Hojas: Las hojas son alternas, pecioladas y tienen una forma variable, generalmente ovada o lanceolada, con una base hastada o sagitada.
Flores: Las flores son solitarias o aparecen en pequeños grupos en las axilas de las hojas. Son en forma de embudo, de color blanco o rosado, con cinco pétalos fusionados. La floración ocurre desde la primavera hasta el otoño. Para saber más sobre la floración de la correhuela, visita este enlace.
Raíces: La correhuela menor posee un sistema radicular extenso y profundo, lo que la hace difícil de erradicar. Las raíces pueden extenderse horizontalmente y verticalmente a grandes distancias. Para más detalles sobre el sistema radicular, consulta este enlace.
Reproducción: Se reproduce tanto por semillas como por rizomas. La germinación de las semillas puede verse afectada por factores ambientales y la profundidad a la que se encuentran. Más información sobre la reproducción en este enlace.
Distribución y Hábitat:
Se encuentra en una amplia variedad de hábitats, incluyendo campos cultivados, jardines, bordes de caminos, terrenos baldíos y praderas. Prefiere suelos bien drenados y soleados. Consulta la distribución y hábitat para más detalles.
Problemas como Maleza:
La correhuela menor es considerada una maleza nociva debido a su rápido crecimiento y capacidad de propagación. Compitiendo por recursos como agua, nutrientes y luz, afecta negativamente el crecimiento de los cultivos. Su capacidad para enredarse en las plantas dificulta la cosecha. Aprende más sobre sus problemas como maleza.
Control:
El control de la correhuela menor puede ser difícil debido a su extenso sistema radicular y su capacidad de regeneración. Las estrategias de control incluyen:
Control mecánico: La labranza repetida puede agotar las reservas de las raíces, pero puede propagar fragmentos de raíces.
Control químico: Los herbicidas sistémicos pueden ser efectivos, pero deben aplicarse cuidadosamente para evitar dañar otras plantas. Aprende más sobre el control químico.
Control biológico: Algunos insectos y hongos pueden ayudar a controlar la población de correhuela menor, pero no son ampliamente utilizados.
Para información adicional sobre el control de la correhuela, visita este enlace.
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